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Diario YA


 

¿La decadencia de Occidente? Europa y los EE.UU en franca retirada

 “Somos paralíticos con ojos de fuego, hombres grandes en el espíritu e insignificantes en el poder. Sentimos las alas en nuestra espalda, pero las cadenas nos sujetan a la tierra” L.Ukrainka

Miguel Massanet Bosch. Es posible que todavía queden en este mundo quienes estén convencidos de que la humanidad, con mayúsculas, puede llegar a convertirse en un lugar idílico exento de guerras, de injusticias, de dictadores o de disputas, crímenes, enfrentamientos y desencuentros entre los 7 mil millones de personas que, más o menos, se calcula que forman parte de la raza humana. Lo que ocurre es que lo utópico, lo que todos soñaríamos si no tuviéramos los pies firmemente asentados en el suelo, este hermoso sentimiento altruista de la hermandad de todos los mortales y de la erradicación del mal de sobre la superficie de la Tierra; es sólo eso, una mera quimera  muy lejos de lo que la realidad nos enseña cada día que pasa, cuando constatamos que nos vamos hundiendo más y más en el fango del egoísmo, la deshumanización, la falta de ética y la maldad; confirmándose aquella ley de Murphy que reza: “La naturaleza siempre favorece la tara oculta”.

Por eso, cuando escuchamos a estos pacifistas, estos orates de la paz, estos inconscientes que predican un desarme total de los países, la regeneración de la humanidad, la solución de las diferencias entre hombres por medio del diálogo y del consenso; no podemos menos que fruncir el ceño y pedir a Dios, que ilumina las mentes de los gobernantes, para que no se dejen influir por aquellos espejismos de bonanza, que pretenden obviar los pecados capitales de la raza humana, sin tener en cuenta que mientras no llegue el día del Juicio Final, no se va a producir la ansiada reconciliación de todo el género humano. Y es que ya hemos tenido experiencias de “salvadores de la patria” que se han presentado bajo la piel de cordero de la defensa de la igualdad, de la erradicación de la pobreza, de la eliminación de los ejércitos, de la bondad hacia nuestros semejantes, del repartimiento de bienes de formas más equitativas o de la lucha pacífica contra los, poderes establecidos; que, cuando han conseguido instalarse en el poder, resultan ser la misma encarnación del poder satánico.

Por ello, cuando hemos conocido la opinión de varios analistas y expertos en temas de defensa nacional, que alertan de que, tanto Europa como EE.UU, los unos por las consecuencias de la crisis económica, financiera y social por la que acaba de pasar y sus consecuencias en las economías de los países de la CE y, los otros, por tener a un presidente demócrata, pacifista, con ideas muy particulares sobre lo que le conviene a su país, que parece que le impulsan a abandonar algunas necesidades para reforzar su supremacía militar, a favor de ir en busca de pactos con sus presuntos adversarios (casos de Irán y Cuba), mientras pretende desentenderse de los problemas europeos, marcar distancias con Israel y contemplar, desde la distancia, el inminente peligro del terrorismo islámico que, en contra de lo que parece querer darse a entender, va sumando victorias en países como Siria, Irak y, en las mismas fronteras con el sur de Europa, lleva ventaja en la guerra con Libia, una contienda a tres, que lleva visos de acabar de la peor manera para los intereses europeos, si no se hace nada para evitarlo.

Los estamentos militares de la defensa de  Occidente (y aquellos que se ocuparon de ello con anterioridad) empiezan a estar preocupados. Curiosamente se van dando cuenta de que, el armamento del que disponen se está volviendo obsoleto, mientras que sus presuntos “rivales”, asiáticos y rusos, van avanzando en la mejora de sus arsenales militares. Un ex general de la estructura militar de la OTAN, Richard Shirreff alertó “Lo que hemos visto en las últimas dos décadas es una especie de desarme físico y moral… estamos en un lugar muy peligroso”. Al otro lado del Atlántico, Michele Flournoy, que ostentó el tercer cargo en importancia dentro del Pentágono, advirtió que “el Ejército también ha contribuido a ello al pedir a los contratistas armas más costosas que limitan el número de las que se pueden comprar para sustituir a las otras, más anticuadas, a las que deben sustituir”.

Un vistazo a la Historia más reciente, en el caso de las guerras mundiales de los años 1914 y 1939, sabemos que tuvieron que ser los EE.UU quienes intervinieran en las contiendas para evitar que Europa cayera en manos de los alemanes y rusos. Si la nación más poderosa del mundo, pierde su imagen de defensora de las libertades y de Occidente y, a la par, Europa se declara incapaz de defenderse ante enemigos tan poderosos como Rusia y, posiblemente, contra incursiones de naciones islámicas que pudieran decretar la “guerra santa” contra ella; entonces, señores, nos encontramos ante una situación preocupante.  Puede que no se trate de un peligro inminente, pero no olvidemos que, como ocurre en los EE.UU, los modelos de los que actualmente dispone su fuerza aérea, si hablamos de cazas se puede afirmar que, en promedio, tienen una antigüedad de 24 años y los bombarderos de 38 años. Si bien es posible que se esté experimentando con modelos muchos más eficientes y letales, lo cierto es que poderlos fabricar en serie y que se puedan poner en activo no es algo que se puede improvisar en unos pocos años, máxime si se tiene en cuenta que, muchos de ellos, tienen presupuestos prohibitivos.

Los avances de China en el terreno económico son espectaculares y el yuan ya ha pasado a ser la quinta moneda en el mundo usada como divisa y, sus presupuestos en la maquinaria militar siguen en aumento, mientras en EE.UU, el actual presidente Obama ha recortado el presupuesto de defensa, desde el 2012, de un 4’6% a un 3´9% del PIB. La contribución del pueblo americano a la OTAN (de un 70% al 75% del gasto de la organización), según Douglas Lute, embajador de los EE.UU, es “insostenible” y, en consecuencia, América deja a la UE el encargarse de su defensa ante las amenazas del coloso Ruso. A.F.Rasmunssen, secretario general de la OTAN ha advertido “Mi opinión es que hemos entrado en una nueva era de la guerra fría y creo que durará décadas” Lo que se ha callado es que Europa está prácticamente indefensa ante una Rusia que, el señor Putín, está queriendo convertir en la amenaza latente que, hace años, tuvo en jaque a Occidente, hasta el derrumbe del Telón de Acero. Nos tememos unos años problemáticos para la UE, a la que se le unen problemas, como el griego o el español  (si Podemos ganara las elecciones), que pueden poner en duda su estabilidad económica, a los que se le unirán los esfuerzos económicos que tendrán que afrontar para reforzar la OTAN, si, como parece, los americanos deciden enclaustrarse en su propio país.

La supremacía de Occidente ¬–como en su día ocurrió con la caída de Constantinopla (1.453) del último emperador bizantino, Constantino, en manos otomanas; un suceso que certificó la desaparición del Imperio Romano de Occidente –, sobre los pueblos de Oriente Medio y asiáticos, pudiera convertirse en una filfa si Norteamérica cede su cetro al grupo de potencias emergentes de Asia y Europa se deja ocupar por estos nuevos “bárbaros” que quieren  empezar de nuevo o sea de 0, para, según dicen, “construir un mundo más justo y equitativo”.. ¡Líbrenos el Cielo de semejantes profetas y redentores de la Humanidad! España ya sabe como acaban estos experimentos por los que llegó a pagar un millón de muertos en una guerra civil en la que, como se está intentando reproducir ahora, se enfrentó a españoles con españoles, hermanos con hermanos e hijos con sus padres.

O así es como, señores, desde la óptica de un ciudadanos de a pie, temblamos ante la posibilidad de que, esta nación y Europa entera, puedan acabar convertidas en objeto de la maldición de aquel segundo jinete del Apocalipsis, que montado en caballo bermejo, tenía el “poder de quitar de la tierra la paz”; en este caso en nombre de una religión destructiva y un ateismo vengativo. ¡Y sin armas para defendernos!
 

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