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Covid-19 en España: ¿cómo serán las fiestas de Navidad?

Serán unas navidades muy distintas, lo sabemos. ¿Pero cómo prepararnos para celebrar unas fiestas de la mejor manera posible y por supuesto atendiendo a las medidas sanitarias?
Distintas autoridades políticas y sanitarias ya han emitido una serie de consejos prácticos para que estos encuentros familiares se realicen con las mayores precauciones posibles.
Como siempre, lo aconsejable es seguir a rajatabla las pautas marcadas por los especialistas sanitarios y las distintas autoridades, por mucho que supongan un gran sacrificio, y más en fechas tan señaladas como estas de finales de año.
La ya cotidiana mascarilla quirúrgica, por mucho que se esté en un ambiente familiar, es una de las claves. Pero también hay otros aspectos a tener en cuenta.

Cuarentenas preventivas
Con respecto a esta situación, un buen número de virólogos aconsejan llevar a cabo una cuarentena voluntaria de unos 10 días antes de visitar a nuestros familiares para la cena del día 24 o de Nochevieja.
Se trata de estar sin contacto con otras personas prácticamente dos semanas para así, en caso de haber contraído el virus, tener el tiempo de vencerlo antes de entrar en contacto con familiares o amigos.
Es muy importante seguir esta y estas normas, ya que la salud de nuestros familiares y allegados está en juego, con especial atención a las personas más vulnerables, como son los ancianos.

No olvidar los geles ni la mascarilla
Antes de entrar en detalles, es preciso recordar lo básico y esencial: las mascarillas y geles siguen siendo medidas fundamentales para prevenir y luchar contra el virus. En el caso de las mascarillas, es preciso llevarlas puestas cuando no se esté comiendo o bebiendo. Reduce el riesgo potencial de expansión del virus por el aire.
Es decir, el tiempo que transcurre entre plato y plato los asistentes deben permanecer con esta protección puesta. Añadirá mayor seguridad sanitaria a las conversaciones.
En cuanto a los geles, lo recomendable es aplicarlo en las manos antes de entrar, sin olvidarse de esta protección en la cena. No es necesario volver a recurrir al gel cada 5 minutos, pero sí en casos como estornudos o después de sonarse la nariz.

El volumen también importa
También hay que tener en cuenta detalles que pueden pasarse fácilmente por alto, como por ejemplo el volumen de la música. Puede parecer extraño en un primer momento, pero tiene una explicación muy justificada.
Si el sonido está muy alto nos obliga a alzar la voz. Si elevamos la voz o gritamos, lanzamos al exterior más partículas de saliva, por lo que estamos aumentando un hipotético riesgo de contagio.
Por ello, casi es mejor desechar la idea de cánticos en grupo de villancicos u otros temas navideños similares. El año que viene, con la ayuda también de la vacuna, tendremos el doble de ganas de volver a cantar sin tantas limitaciones.

Reducir el aforo
Aunque si bien se ha establecido en 10 el número máximo de personas, lo prudente es reducir al máximo el número de comensales y que, si es posible, sean siempre las personas convivientes y limitar así a todo lo posible las personas que no residan en la casa donde se haga la cena.
Se aminora así la posible expansión del virus y su transmisión a su vez hacia otras personas de distintas vinculaciones familiares, sociales o laborales.
Así pues, por muy doloroso que sea, es aconsejable, por la excepcionalidad de la crisis sanitaria de este 2020, que haya cuantas menos personas mejor por cada hogar. Es un gran sacrificio, pero puede evitar una nueva y fuerte oleada, ya que se prevé un importante número de movimientos y viajes entre ciudades con motivo de las navidades.
Las autoridades sanitarias y políticas siguen apelando a la responsabilidad individual e insistiendo que este sacrificio es vital a la hora de poder reducir los porcentajes de personas afectadas y lamentar menos muertes asociadas al Covid 19.

La ventilación, un factor importante
Mucho se ha hablado de la menor incidencia del virus en espacios al aire libre. Desafortunadamente, las condiciones climatológicas y otros aspectos hacen que las familias no puedan celebrar las cenas de Navidad o Nochevieja en lugares abiertos por las temperaturas invernales de esta época.
No obstante, sí se aconseja mantener bien ventilada la zona que vayamos a ocupar, dejando por ejemplo abierta la ventana al menos un palmo, a pesar de la climatología adversa. Incluso, hay especialistas que aconsejan abrirlas al menos 15 minutos cada hora. No es un detalle menor, por la importancia de airear el ambiente y despejarlo de posibles infecciones.

Atentos a las novedades
Aunque se ha advertido ya del nuevo fenómeno de la fatiga pandémica -el efecto físico y psicológico de medidas de confinamiento duraderas en el tiempo-, se hace más necesario que nunca seguir las indicaciones de los expertos y del Gobierno.
Estar al tanto de lo que pasa en la actualidad, con medidas cambiantes cada pocas semanas y distintas en casi cada comunidad autónoma, resulta agotador para un amplio margen de la población.
No obstante, se aconseja estar al tanto de los cambios y actualizaciones en las medidas y protecciones a tener en cuenta, ya que disponer de esta información puede, en primer lugar, reforzar nuestra seguridad sanitaria, y, en otro orden de cosas subordinadas al bien común, pueden evitarnos una multa por, dado el caso, circular de un municipio a otro cuando en nuestra región esté prohibido.
Por supuesto, estamos expuestos a mucha saturación informativa. Los especialistas aconsejan estar al tanto de las noticias, pero tampoco llegar a un nivel que pueda causarnos obsesión o angustia, a pesar de la situación sanitaria internacional.
En definitiva, medidas excepcionales ante circunstancias excepcionales. Son momentos difíciles, pero toca sacar lo mejor de cada uno para el beneficio común. De la actuación de cada familia depende que la anunciada tercera oleada sea, según es el deseo de todos, de menos calado que las precedentes. La llegada de la vacuna se antoja cercana, pero toca hacer esfuerzos.