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Diario YA


 

recopilación de sus correos electrónicos escritos a familiares, recuperando un género epistolar

El teniente coronel, Juan Bustamante, escribe un libro que va mucho más allá de lo convencional

No escriben mucho los militares. O quizá sí. Quizá sea más preciso decir que cuando escriben... es entre ellos. A decir verdad, sí que existen revistas especializadas en las que se encuentran artículos de tipo técnico, escritos por militares, en los cuales se detallan avances, armamentos, orientaciones de futuro, posibles compras... no dejan de ser escritos militares. Pero falta algo, ¿o quizá ya no?
Hace dos semanas, en la capital castellana de Valladolid, ha tenido lugar una presentación singular. Se trata de un libro escrito por un teniente coronel, Juan Bustamante, que va mucho más allá de lo convencional.
Afganistán, como sucedió con Irak, ha sido un tema sujeto a vaivenes políticos bastante chuscos cuyo resultado ha sido la falta de información durante períodos excesivamente largos, o incluso la información equivocada. Un cierto ocultismo institucional produjo una inmediata opacidad y un mutismo que apenas superaba la información oficial. En este ambiente de cabezas gachas, con el ejército centrado en su trabajo diario, surge la sorpresa.
"Soba na soba. Envíos afganos" titula Bustamante su libro. Cualquiera podría pensar sin saber nada, que posiblemente se trate de un libro de orientación histórica, o bien de análisis táctico, o bien de prospectiva de futuro como conflicto... No. No van por ahí los tiros. "Soba na soba" significa "codo con codo" en darí; codo con codo porque Bustamante dirigió el equipo de asesores al ejército afgano de la provincia de Badghis durante seis meses y, codo con codo, pasó muchas de sus horas con el general Wafadar, musa del escritor y fuente principal de la mayor parte de sus reflexiones y análisis.
El teniente coronel Bustamante, hace una recopilación de sus correos electrónicos escritos a familiares, recuperando un género epistolar tan directo como inusual. Sorprende el permanente sentido del humor, sus juegos de palabras, la ironía y sencillez con la que, envío a envío, nos va desgranando el vivir del pueblo afgano y el transcurrir de la misión. Así, poco a poco, sin que el lector se dé cuenta, se va tejiendo en el subconsciente una red de datos depositados con suavidad que, de una forma cálida van conformando una idea sólida de este trágico país: Afganistán.
Se trata desde luego de una lectura ligera, rápida y tremendamente eficaz. Hay que felicitar al ejército por permitir este tipo de incursiones literarias de sus miembros, quizá agazapaos durante demasiado tiempo en el campo de lo específico, de lo técnico. "Nunca la lanza embotó la pluma, ni la pluma la lanza".
Puede encontrarse este libro en la página oficial de la editorial "fuente de la fama"

Etiquetas:Afganistan