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Sierras circulares: tipos y usos más habituales

A la hora de realizar trabajos de carpintería, no solo hay que tener los conocimientos necesarios. En ocasiones, la diferencia entre un trabajo bien hecho y uno chapucero es una herramienta de calidad.

Dentro de las herramientas necesarias para la carpintería está la Sierra circular, de la cual hay varios tipos que vamos a ver a continuación. También hablaremos de algunas de sus partes y daremos unos consejos de compra.

Tipos de sierras circulares

En el mercado podemos ver varias clases de sierras circulares. Cada una de ellas se adapta mejor a una serie de trabajos, pero las más usadas son la sierra circular de mano, la sierra circular de mesa y la sierra de inglete.

Sierra circular de mano

Esta es una de las preferidas por los profesionales cuando necesitan una sierra fuera de su taller. La razón es que es portátil y muy fácil de utilizar. Sirve para la madera contrachapada, los tableros de partículas y otro tipo de materiales que se pueden ver en las obras. Aquí hace cortes rectos perfectos.

Sierra circular de mesa

Si nos vamos al taller de carpintería, la reina es la Sierra circular de mesa. El nombre le viene porque se monta sobre una mesa, en la cual es sencillo hacer cortes precisos en maderas de gran tamaño.

Sierra circular de inglete

No es extraño que un carpintero deba hacer cortes en ángulo o biselados. Aquí emplean las sierras circulares de inglete, aunque lo normal es que los dos tipos de sierras que hemos visto antes puedan hacer estos cortes.

¿Qué partes componen una sierra circular?

La hoja de la sierra es la que realiza el corte y es intercambiable. Esto es lo que hace a estas máquinas tan versátiles, ya que así se adaptan a una gran cantidad de materiales.

Luego tenemos el motor, el corazón de la sierra. De su potencia depende la velocidad del corte y qué clase de materias vamos a poder trabajar. También llevan una guía de corte. Con ella se consiguen cortes rectos, con independencia de la pericia del profesional o del buen pulso que tenga en ese momento.

Por último, está el protector de la sierra. Se sitúa en la zona de la hoja y protege a los usuarios de los fragmentos de madera y viruta que se proyectan en algunas ocasiones.

¿Cómo elegir una sierra adecuada a nuestras necesidades?

Lo primero es saber el tipo de trabajo que vamos a efectuar con ella. Si salimos del taller de carpintería y hacemos cortes rectos, la sierra circular de mano es la mejor, mientras que si los cortes van a ser siempre en ángulo hay que decantarse por una sierra ingletadora.

El motor es otro aspecto que no debemos dejar a un lado. De hecho, si queremos que la máquina sea versátil, convendrá que sea potente. Eso nos dará la posibilidad de cortar materiales muy duros o maderas gruesas. Es cierto que lo podemos hacer con una sierra menos potente, pero solo de forma puntual, ya que tardaremos mucho y se forzaría el motor en exceso.